martes, 22 de junio de 2010

Pequeña Ingenua


No me digas que me quieres, si mañana todo esto termina.
No me digas que me quieres ver, si mañana te iras.
No me digas lo bonita que me veo al despertar, si mañana no estas.
No me digas cuanto deseas mis besos, si mañana ya no los quieres.
No me des falsas esperanzas, si mañana me las quitaras.
No rompas mi corazón, no me crees falsas ilusiones, no hagas que te desee a cada minuto, no lo hagas si mañana dudas. No sabes lo que quieres, si no lo sabes, no me lastimes, no me digas cosas bonitas, no me abraces, no me acaricies, no duermas de la mano conmigo, no me beses al despedirte, porque mañana todo terminara para ti y me dirás que el ayer esta mal.
Y ahora otra vez vuelva a pasar; vuelves a irte, me dejas aquí, sin mas ni menos. Con mi cabeza dando vueltas y no deja de pensar en ti.
Intento dormir pero mis sabanas tienen olor a ti, estas por todas partes, cada lugar que recorro me recuerda a ti, a nuestro ayer.
Y vuelvo a escribir, sobre estas páginas blancas, con el corazón a medias y mi mente divagando, confundida. Pensando, pensando, pensando, sin poder hacer más que pensar. De mi cabeza rebalsan imágenes, recuerdos, canciones, palabras, sonidos, colores y todo, todo eso me recuerda a ti; al romántico ayer en el que caí de nuevo en tus mentiras. Dime que si o no, dime que quieres, dime que me quieres.
Tonta yo al querer creerte, creer un cambio, creer tal vez, solo tal vez, que habías cambiado, quería creerlo. Pequeña ingenua yo.

domingo, 21 de febrero de 2010

La Diosa


La noche de Iemanyá, toda la costa es una fiesta. Bahía, Rio de Janeiro, Montevideo y otras orillas celebran a la diosa de la mar. La multitud enciende en la arena un lucerío de velas, y arroja a las aguas un jardín de flores blancas y también perfumes, collares, tortas, caramelos y otras coqueterías y golosinas que a ella tanto de gustan.
Entonces los creyentes piden, algun sedeo:
el mapa del tesoro escondido,
la llave del amor prohibido,
el regreso de los perdidos,
la resurrección de los queridos.
Mientras los creyentes piden, sus deseos se realizan. Quizás el milagro no dure más que las palabras que lo nombran, pero mientras ocurre esa fugaz conquista de lo imposible, los creyentes son luminosos y brillan en la noche.
Cuando el oleaje se lleva las ofrendas, ellos retroceden, de cara al horizonte, por no dar la espalda a la diosa. Y, a paso muy lento, regresan a la ciudad.

Fragmento de un libro de Eduardo Galeano. "Patas arriba. La Escuela del Mundo al Reves"

lunes, 15 de febrero de 2010

Ya no

Ya no quiero ver tu rostro a través del cristal,
no quiero tu reflejo en aquel espejo,
no quiero perderme en tu mirada.




No quiero viajar a tu lado en el bus,
ni comer galletas de cereal,
no quiero maní confitado en noches de verano.




No quiero amaneceres desnudos y frió en los pies,
no quiero besarte a la luz de una vela,
ya no me gusta el olor a incienso chino.




No quiero gritos perturbados , miradas de odio,
tampoco dulces gemidos de placer ,
no mas rasguños en la espalda.


No quiero ser tu niña , ni dormir bajo el manto de tu amor
No quiero ser tu hija , ni tu madre ,
no volveré a ser un hada ni menos la bruja.
Ya no seres tuya ...
ni en sueños , ni en poesías , ni siquiera en pesadillas.




Me haz perdido , que mala suerte la tuya
mala suerte ,que esta sea la definitiva.

miércoles, 10 de febrero de 2010

No Recuerdo


No recuerdo sus besos, con ese sabor a él.
No recuerdo sus caricias, tan tibias como ninguna.
No recuerdo ese rostro, que inundaba mi ser.
No recuerdo la última vez que lo vi.
¿Deje esperar demasiado? No lo se.
No recuerdo a mi amor. ¿Seguirá allí para mí?
Vuelve a mí ese calor. ¿Será amor? ¿Amor a él?
El miedo me rodea y añoro sus abrazos. Sentirlo cerca de mí.
¿Tan lejos estás amor? Quédate conmigo, un instante más.
Conozcámonos otra vez, pero ésta vez mejor.
No quiero olvidarte.